Nace de las diferentes circunstancias que surgen en nuestras vidas, algunas positivas y otras no tanto, pero sin duda la causa más importante fue la educación en nuestra infancia por parte de nuestros padres y más si cabe, de nuestros abuelos que nos educaron en valores basados ​​en el respecto y el amor por la Naturaleza. Aunque vivíamos en un pueblo que estaba cubierto en su mayor parte de asfalto, no faltaba el río que pasaba al lado de nuestra casa, donde cuando íbamos o salíamos de la escuela nos distraíamos al observar las truchas, las anguilas o los renacuajos que hoy tanto escasean. No había fin de semana o vacaciones que no estuviésemos esperando para llegar a la aldea de nuestros abuelos, donde ayudábamos con el trabajo agrícola y el cuidado de los animales, era divertido cuando nos reuníamos con los vecinos para ayudarlos o viceversa. En estos días para nosotros era como una pequeña fiesta, porque siempre había tiempo para divertirse, ver a los perros cuidar el ganado, a los que hoy llamamos Can de Palleiro, llevar a los perros de caza de mis tíos y llevarlos a la montaña donde disfrutamos viéndolos correr detrás de alguna ardilla, o con suerte detrás de algún conejo que nunca atrapaban. Todas estas experiencias nos han llevado a este proyecto que enfrentamos con gran entusiasmo. Por todo esto, nuestro desafío es hacer que este complejo, sobre todo, sea respetuoso con la Naturaleza y sus futuros usuarios, a la vez que sea cómodo, divertido y seguro.

El complexo canino Gaia les desea una buena estadía y que todo sea de su agrado.